“Aunque nada es predecible, todo parece apuntar a que los turistas buscarán destinos de naturaleza”, manifestó ayer Magdalena Álvarez Coque, presidenta de la Asociación de Ecoturismo de Asturias, licenciada en Filología Hispánica y también empresaria de turismo rural, en una conferencia que ofreció en Avilés organizada conjuntamente por la asociación cultural La Serrana y el grupo ornitológico Mavea. Explicó cuál es el objetivo del colectivo de ecoturismo, nacido en 2020 y que agrupa a empresas de turismo rural, productores agrarios, artesanos, hosteleros... “Es un proyecto que surge de la colaboración entre emprendedores que compartimos un modelo de gestión comprometido con una vida más sostenible acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las cosas se pueden hacer bien”, defiende.
En la era del cambio climático el turismo debe adaptarse para combatirlo, de forma seria y comprometida, implantando medidas cada vez más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, según recoge el colectivo en su web. “El turismo rural ecológico y sostenible es la mejor vía para conservar nuestras tradiciones culturales, conservar el medio ambiente y hacer un uso responsable de las fuentes de energía. Este modelo está especialmente sensibilizado sobre la urgencia de preservar especies protegidas. Sus actividades buscan la concienciación y sensibilización de la sociedad poniendo en valor la geobiodiversidad”, añaden.
Decálogo
Diez son los principios que se consideran básicos para la consolidación del Ecoturismo en Asturias. Persiguen, por ejemplo, el respeto por la naturaleza, la agroecología y la cultura local. Defienden también un turismo basado en actividades de bajo impacto en el entorno, de respeto por la naturaleza y compatibles con la conservación que ponga en valor los bienes y servicios arraigados a la tierra.
